El trigo y el arroz son los cereales más consumidos en la cuenca Mediterránea, pero no son los únicos. También son cereales el maíz, el centeno, la avena, la espelta, el trigo sarraceno, la cebada, el mijo, y el sorgo. La quínoa, el alforfón, el amaranto y la chía son pseudo cereales y tienen un aporte mayor de proteínas y grasa insaturada que los cereales.

Algunos los consumimos principalmente en grano, como el arroz, pero también en alimentos derivados como pan, pasta, sémola, gachas, copos, harina o incluso en forma de bebidas vegetales.

Porque los cereales y derivados integrales al conservar todas las partes del grano (salvado, germen y endospermo) aportan mayores cantidades de fibra, vitaminas, minerales y sustancias bioactivas que los cereales refinados.

Los cereales integrales y sus derivados son una fuente importante de proteínas vegetales, apenas contienen grasa y aportan vitaminas del grupo B, como B1, B2 y B3. Sus minerales más destacados, son el fósforo, el potasio, hierro, magnesio, zinc, cobre y selenio, y en menor cantidad, el calcio.

Los cereales y granos refinados tienen casi las mismas calorías que los integrales, pero su calidad nutricional es menor y su consumo habitual se asocia a un mayor riesgo de obesidad y sobrepeso, enfermedades cardiovasculares y metabólicas como la diabetes tipo 2.

El consumo habitual de la bollería, galletas, pasteles y cereales de desayuno, incluso cuando se elaboran con harinas integrales, siguen siendo alimentos poco saludables, pues a menudo son ricos en azúcar, sal y grasas poco saludables.

Comer cereales integrales y sus derivados se asocia a un menor riesgo de cáncer colorrectal, enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades respiratorias, enfermedades infecciosas, diabetes, y una menor mortalidad.

El motivo es que los cereales integrales tienen efectos beneficiosos para regular los niveles de glucosa e insulina y los lípidos en sangre, así como sobre la salud gastrointestinal y la microbiota.

Si no eres una persona con enfermedad celíaca, no tienes que eliminar el gluten de tu dieta. Algunos cereales como el trigo, avena, cebada, centeno, entre otros, contienen gluten, una proteína que puede ocasionar problemas de salud a las personas con enfermedad celiaca. En la UE es obligatorio declarar en el etiquetado la presencia de estos cereales que contienen gluten o de sus derivados.