LA EMPRESA SALUDABLE
EN 7 PREGUNTAS

Te invitamos a conocer el programa Empresas saludables de les Illes Balears.

Una empresa saludable es aquella donde el empresario/a, las personas trabajadoras y la sociedad colaboran para promover y así mejorar la salud y el bienestar de las personas trabajadoras y sus familias, de los/las empresarios/as, de sus clientes y clientas, así como de la comunidad que los rodea.

¿Cómo se puede conseguir este objetivo?

flecha Mejorando la organización y las condiciones de trabajo.

flecha Promoviendo la participación de las personas trabajadoras.

flecha Fomentando el desarrollo individual.

 

Las empresas saludables trabajan desde la perspectiva de Promoción de la salud, desde una visión integral de la salud, que incluye tanto los estilos de vida saludables individuales, como los factores psicosociales, del entorno físico del lugar de trabajo, de la organización del trabajo, de la cultura empresarial, y también los vínculos con la comunidad (barrio, zona o municipio) de la cual la empresa forma parte.

La empresa saludable mira más allá de la visión clásica de seguridad ocupacional; mira hacia la salud, entendida en sentido amplio como bienestar.

No obstante, la seguridad ocupacional, es decir, el cumplimiento estricto de la normativa de prevención de riesgos laborales es un prerrequisito para ser una empresa saludable. Una empresa no puede ser saludable si no es segura. Y a su vez, la empresa saludable puede contribuir a reducir los riesgos laborales porque optimiza algunas de las acciones preventivas al trabajar la prevención de riesgos laborales de diferentes formas, de acuerdo con las diferentes áreas de intervención.

Las empresas saludables contribuyen tanto a la salud de las personas trabajadoras como a la salud de la empresa y del medio ambiente. Por tanto, las empresas saludables también forman parte de una estrategia de responsabilidad social y de sostenibilidad.

Las empresas saludables pueden contribuir al menos a 10 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de los 17 que componen la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidas.

En primer lugar, porque es justo: "disfrutar de un ambiente de trabajo seguro y saludable es un derecho humano fundamental”, tal como se recoge en la Declaración de Seúl sobre Seguridad y Salud en el Trabajo, del 2008.

Las empresas saludables:

flecha Pueden tener un retorno de la inversión de entre 2’5 y 4’8 euros por euro invertido, reduciendo en un 36% los costes por absentismo.

flecha Pueden tener un retorno en productividad de entre 4 y 6 euros por euro invertido.

flecha Pueden tener un retorno de entre 2’3 y 5’9 en costes sanitarios ya que contribuyen a la prevención de enfermedades crónicas y de accidentes.

flecha Invirtiendo en estos programas, se pueden recuperar de media 545 euros por año.

 

Proponiendo acciones sobre temas relacionados con la salud (ejes temáticos), trabajados simultáneamente de diferentes formas (áreas de intervención).

Cada empresa tiene que decidir qué temas quiere trabajar, de acuerdo a las necesidades que ha detectado en el autodiagnóstico, y cómo quiere hacerlo de acuerdo con las diferentes áreas de intervención.

Los ejes temáticos pueden ser: seguridad, ergonomía, movilidad sostenible y seguridad vial, alimentación, actividad física, adicciones, promoción de la salud mental, conciliación laboral y familiar, relaciones laborales, estilos de mando y liderazgo, motivación en el trabajo, ocio, sostenibilidad u otros relacionados con la salud.

Las áreas de intervención están basadas en las cuatro establecidas en el modelo de la Organización Mundial de la Salud, al que hemos añadido una quinta: entorno físico, entorno psicosocial, recursos personales, participación de la empresa en la comunidad y equidad.

La transformación de una empresa en saludable es un proceso que puede comenzar por iniciativa del empresario o empresaria, de la población trabajadora o de los Servicios de prevención de riesgos laborales. Sin embargo, la implicación de la dirección de la empresa es imprescindible.