TRABAJO EN EL ÁREA DE MEDIO AMBIENTE

¿INFLUYEN LAS CONDICIONES
DEL ÁREA DE MEDIO AMBIENTE
EN LA SALUD DE LA CIUDADANÍA?

La salud y el bienestar de las personas están íntimamente relacionados con el estado del medio ambiente. El entorno en el que viven y trabajan las personas puede influir en la salud tanto directamente (a través de agentes tóxicos, alergénicos o infecciosos) como indirectamente al influir en los comportamientos (por ejemplo, la disponibilidad de un entorno local en el que caminar o andar en bicicleta) y afectar la salud mental y el bienestar.

La contaminación atmosférica del aire exterior e interior constituye el mayor riesgo medioambiental en Europa, y va asociada a enfermedades cardíacas, ictus, enfermedades pulmonares y cáncer de pulmón. Un 24 % de la carga mundial de morbilidad y un 23 % de la mortalidad son atribuibles a factores medioambientales.

Se estima que la contaminación atmosférica da lugar a más de 400.000 muertes prematuras cada año en la UE. Además, a ciertos niveles de exposición, los contaminantes en el aire, el agua, los alimentos y el suelo pueden causar una variedad de efectos adversos para la salud, que incluyen cáncer, defectos de nacimiento, enfermedades respiratorias y dolencias gastrointestinales.

Un número de pruebas cada vez mayor sugiere que los riesgos medioambientales no se distribuyen de manera homogénea en todas las personas, sino que afectan de forma desproporcionada a los grupos de población socialmente desfavorecidos y vulnerables porque tienen más probabilidades de vivir en entornos degradados, por sus condiciones sanitarias preexistentes, una mala situación nutricional o comportamientos específicos, como el tabaquismo o la inactividad. También pueden enfrentarse a limitaciones a la hora de adaptarse a los riesgos medioambientales y evitarlos.

MEDIO AMBIENTE: FACTORES DETERMINANTES EN SALUD

Cada desplegable incluye la información sobre el impacto en salud y el impacto en equidad del factor determinante.

Impacto en equidad:
sí

Impacto en salud:

La contaminación del aire exterior afecta fundamentalmente a la población que vive en las grandes ciudades. Contaminantes como el ozono, los óxidos de nitrógeno y de azufre y las partículas en suspensión (PM 10 y PM 2.5) plantean graves riesgos para la salud.

La contaminación del aire exterior es una de las principales causas de muerte por cardiopatía (provoca el 27 % del total de casos), cáncer de pulmón (36 %), enfermedades respiratorias, EPOC (35 %), y accidentes cerebrovasculares (34 %).

En la Unión Europea, se ha estimado que la contaminación atmosférica reduce la esperanza de vida en más de 8 meses. Es una de las principales causas de muerte prematura. La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer clasificó en 2013 la contaminación del aire exterior como cancerígena.

Además, la contaminación del aire exterior puede producir una reducción de la función pulmonar, infecciones respiratorias, asma y bronquitis crónica tanto en población infantil como adulta, y se asocia a una mayor prevalencia de hospitalizaciones por enfermedad cardiovascular o respiratoria. También se ha visto que tiene efectos negativos en la fertilidad, embarazo y bebés recién nacidos, así como en la diabetes tipo 2, obesidad, Alzheimer y demencia.

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Impacto en equidad:
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Impacto en salud:

La contaminación del aire del interior de los hogares o lugares de trabajo está relacionada con las enfermedades respiratorias (EPOC y asma, causando más del 33 % de las defunciones por EPOC, más del 50 % de las defunciones por neumonías en menores de 5 años y el 17 % de las defunciones por cáncer de pulmón) y con las enfermedades cardiovasculares, causando casi el 25 % de los accidentes cerebrovasculares y el 15 % de las defunciones por cardiopatía isquémica.

El tabaquismo pasivo es una fuente muy importante de contaminación del aire del interior de las viviendas y tiene efectos importantes sobre la salud. Se considera la tercera causa de enfermedad y de muerte evitables. No es suficiente con no fumar en presencia de otras personas, ya que los productos tóxicos del humo del tabaco permanecen en cortinas, almohadones, tapicería, etcétera.

Además, se produce un efecto sinérgico de la exposición combinada de distintos contaminantes ambientales del aire interior a: moho y compuestos orgánicos volátiles (patología respiratoria); tabaco y amianto (cáncer de pulmón), o tabaco y radón (hasta 25 veces más riesgo de cáncer de pulmón).

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Impacto en equidad:
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Impacto en salud:

El agua de consumo puede considerarse de buena calidad cuando no contiene microorganismos patógenos ni contaminantes a niveles capaces de afectar adversamente la salud de los consumidores.

Nuestro país cuenta con abastecimientos de alta calidad y rigurosos sistemas de vigilancia y de control analítico, que permiten que el agua llegue en buenas condiciones a nuestros hogares y sea consumida con seguridad. No obstante, es necesario también un adecuado mantenimiento de las instalaciones de agua de los hogares para garantizar su calidad.

Entre los microorganismos patógenos del agua, se encuentran: Escherichia coli, enterococos y Clostridium perfringens, que son causas de trastornos gastrointestinales.

En cuanto a los contaminantes químicos que pueden estar presentes en el agua, algunos de ellos clasificados como cancerígenos para el ser humano (como el arsénico, el benzo[a]pireno), probablemente cancerígenos (como el cadmio, nitritos o el 1,2-dicloroetano) o posiblemente cancerígenos (trihalometanos).

Altas dosis de los contaminantes químicos se han relacionado con toxicidad tiroidea, renal, hepática, trastornos neurológicos del desarrollo, dermatitis alérgica, fluorosis dental o genotoxicidad, entre otras.

También se vincula la intoxicación por plomo en instalaciones de suministro de agua de consumo con trastornos neurológicos (especialmente en niños), cardiovasculares y renales.

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Impacto en equidad:
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Impacto en salud:

Una de las consecuencias esenciales de la producción industrial ha sido la síntesis y emisión (intencionada e inintencionada) de una gran cantidad de sustancias químicas. Muchas de esas sustancias, que se utilizan como disolventes, insecticidas, productos de limpieza, cosméticos, etcétera, han demostrado tener efectos tóxicos, tanto en la salud de las personas como en el medio ambiente. Son los llamados compuestos tóxicos persistentes. Son muy resistentes a la degradación, por lo que pueden permanecer en el ambiente y en los organismos durante largos periodos de tiempo.

Un grupo de ellos son los llamados compuestos orgánicos persistentes, caracterizados por contener en su estructura química átomos de carbono e hidrógeno. Hay algunas evidencias y muchas sospechas de que estos compuestos tienen efectos sobre la salud, al actuar como disruptores endocrinos, y que algunos de ellos podrían ser carcinógenos.

Muchos de los tóxicos ambientales, insecticidas, disolventes o metales pesados pueden acumularse en el cuerpo, en especial en el de las mujeres por su mayor contenido en células grasas. El cuerpo de la mujer actúa, pues, como un bioacumulador químico y sufre consecuencias como las alteraciones de la salud reproductiva, la aparición de enfermedades emergentes como la fibromialgia, la sensibilidad química múltiple, la fatiga crónica y el incremento del cáncer de mama.

En cuanto a los agentes biológicos, son fundamentalmente vectores que transmiten enfermedades. La globalización ha aumentado con creces la movilidad y el cambio climático ha permitido que vectores tales como mosquitos o garrapatas, que antes no podían sobrevivir y actuar en las condiciones que se daban en España, ahora puedan hacerlo.

Se trata de enfermedades que cambian su lugar de afección y propagación debido al cambio ecológico de las condiciones del planeta ya que el hábitat de sus transmisores biológicos varía y pasa a afectar a zonas diferentes que no están preparadas. La pandemia del SARS-CoV-2 es un claro ejemplo de un tipo de riesgos emergentes que requiere mayor atención.

Impacto en equidad:
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Impacto en salud:

En los últimos años, existe una evidente preocupación social por los posibles efectos sobre la salud humana asociados a la exposición de campos electromagnéticos. Con el objetivo de llegar a un alto nivel para la salud, la Unión Europea estableció unas recomendaciones frente a la exposición a los campos electromagnéticos y posteriormente se aprobó en España una norma sobre la exposición de emisiones radioeléctricas.

Como efectos a corto plazo, la principal consecuencia de la interacción entre la energía radioeléctrica y el cuerpo humano es el calentamiento de los tejidos, aunque no hay pruebas fehacientes de que la exposición a campos de radiofrecuencia de nivel inferior a los que provocan el calentamiento de los tejidos tenga efectos perjudiciales para la salud.

A largo plazo, los estudios realizados no han encontrado un aumento de riesgo de gliomas o meningiomas, aunque la OMS considera los campos electromagnéticos de radiofrecuencia como agentes posiblemente carcinógenos.

En cuanto a la radiación ultravioleta, en pequeñas dosis son esenciales para la producción de vitamina D. Sin embargo, la sobreexposición a esta radiación puede provocar efectos agudos y crónicos en la salud, particularmente en la piel (melanoma maligno, cáncer de piel no melanocítico: carcinoma basocelular, espinocelular, quemaduras solares fotodermatitis o dermatosis solar crónica) efectos oculares (queratitis y conjuntivitis actínica aguda, degeneración de la córnea, cáncer de córnea y conjuntiva, catarata, retinopatía o degeneración macular, entre otras) efectos sobre la inmunidad y las infecciones (supresión de la inmunidad celular, mayor susceptibilidad a las infecciones, menor eficacia a la inmunización preventiva) y otros efectos como alteraciones del bienestar general, del ciclo vigilia-sueño o del estado de ánimo.

Impacto en equidad:
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Impacto en salud:

Según la OMS, la molestia causada por el ruido puede ser considerada un problema de salud. Los efectos de la contaminación acústica se manifestaban en personas que en su ambiente laboral se veían sometidas a altos niveles de ruido.

Posteriormente, se observó que no solo la exposición a altas intensidades de ruido durante cortos periodos de tiempo producía efectos en salud, sino que largas exposiciones a intensidades sonoras más bajas tenían efectos similares.

El exceso de ruido (ambiental o en equipamientos y viviendas) se asocia a las enfermedades cardiovasculares. Otros efectos no menos importantes son la disminución temporal o permanente de la capacidad auditiva, irritabilidad, perturbación del sueño e interferencia en la comunicación oral o efecto negativo sobre la capacidad de aprendizaje y rendimiento cognitivo en niños.

Estos problemas conllevan la sensación de cansancio, disminución del rendimiento y de la capacidad de concentración, alteraciones en el metabolismo y en el sistema nervioso central.

Los grupos de población más desfavorecidos pueden experimentar los mayores efectos de la contaminación acústica como resultado de las condiciones de la vivienda, las condiciones de salud preexistentes, una menor oportunidad para hacer frente al ruido (sistemas de aislamiento) y un peor acceso a áreas tranquilas, lo que brinda alivio del estrés ambiental y oportunidades para descansar y relajarse.

Impacto en equidad:
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Impacto en salud:

El cambio climático se produce por el aumento de concentración de gases con efecto invernadero, producidos por la actividad industrial, el uso de carbón y petróleo, la deforestación y la ganadería masiva.

Los efectos del cambio climático en la salud son directos, como la aparición de tormentas, sequías, inundaciones, olas de calor, etcétera; e indirectos, sobre la calidad del agua, la contaminación del aire, cambios en el uso de la tierra, cambios ecológicos, sobre las enfermedades transmisibles, y cambios en las dinámicas sociales.

Todos ellos tienen impacto en la salud de las personas: en la salud mental, nutrición, alergias, enfermedades cardiovasculares, enfermedades infecciosas, enfermedades respiratorias, lesiones, envenenamientos, etcétera.

Algunos de estos efectos plantean amenazas inmediatas para la salud en términos de olas de calor y cambios en los patrones de enfermedades infecciosas y alérgenos. Los efectos de las olas de calor serán más acentuados en el sur de Europa y en los núcleos urbanos congestionados con un alto nivel de sellado del suelo, un porcentaje elevado de superficies absorbentes del calor y un enfriamiento nocturno e intercambio de aire insuficientes.

Los impactos observados y previstos del cambio climático en los sistemas humanos y naturales europeos presentan una distribución heterogénea. Los grupos de población más vulnerables son especialmente sensibles: personas mayores, niños y niñas, las personas con enfermedades crónicas, los estratos sociales desfavorecidos.

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Impacto en equidad:
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Impacto en salud:

Cuanto más bajos sean los niveles de contaminación del aire mejor será la salud cardiovascular y respiratoria de la población, especialmente en los grupos más vulnerables, a largo y corto plazo.

El cambio climático es el principal desafío al que se enfrenta la humanidad en estos momentos.

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