TRABAJO EN EL ÁREA DE TRABAJO

¿INFLUYEN LAS CONDICIONES
DEL ÁREA DE TRABAJO EN
LA SALUD DE LA CIUDADANÍA?

El trabajo no es nunca neutral frente a la salud: o la perjudica o es un promotor privilegiado de salud. Existe una clara relación entre las condiciones de trabajo y la salud. Un trabajo seguro incrementa la salud y el bienestar. La riqueza de las empresas depende en gran parte de la salud de las personas que trabajan en ella.

La Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales tiene por objeto promover la seguridad y la salud de los trabajadores mediante la aplicación de medidas y el desarrollo de las actividades necesarias para la prevención de riesgos derivados del trabajo. La seguridad en el trabajo es un prerrequisito para la salud de la población trabajadora.

En términos generales se sabe que tener trabajo es mejor para la salud que no tenerlo. Sin embargo, determinadas condiciones de empleo (temporal, inestable, precario, etc.) pueden tener repercusiones sobre la salud y el bienestar de las personas trabajadoras, al igual que otros factores como la organización social del trabajo, los estilos de gestión o las relaciones sociales en el lugar de trabajo.

Las personas trabajadoras con empleos de menor estatus refieren peor estado de salud autopercibida y mayores problemas de salud. Las profesiones de menor nivel socioeconómico y, por tanto, más desaventajadas, tienen más riesgo de estar expuestas a condiciones adversas y estresantes (exposición a ciertos riesgos presentes en los lugares de trabajo, entre los cuales destacan la exposición a contaminantes, productos químicos o biológicos que ponen en riesgo la salud de los trabajadores, especialmente la de aquellos expuestos por largos periodos de tiempo).

A pesar de ello, no todas las condiciones estresantes son más frecuentes en las clases socioeconómicas más bajas. Las altas demandas de trabajo son mayores entre las profesiones de mayor nivel socioeconómico.

En nuestro entorno, existen desigualdades de género en el ámbito laboral. Las mujeres tienen empleos más precarios, trabajan más horas (remuneradas y no remuneradas), tienen dificultades para la conciliación personal y familiar, cobran menos y tienen dificultades para acceder a los puestos superiores.

TRABAJO: FACTORES DETERMINANTES EN SALUD

Cada desplegable incluye la información sobre el impacto en salud y el impacto en equidad del factor determinante.

Impacto en equidad:
sí

Impacto en salud:

Se entiende como condiciones de trabajo cualquier aspecto del trabajo con posibles consecuencias negativas para la salud de las personas trabajadoras, incluyendo, además de los aspectos ambientales y los tecnológicos, las cuestiones de organización y ordenación del trabajo.

De acuerdo con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, las personas trabajadoras tienen derecho a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo (artículo 5). La participación de empresarios y trabajadores, a través de las organizaciones empresariales y sindicales más representativas, en la planificación, programación, organización y control de la gestión relacionada con la mejora de las condiciones de trabajo y la protección de la seguridad y salud de los trabajadores en el trabajo es principio básico de la política de prevención de riesgos laborales (artículo 8).

Son muchos los efectos negativos en la salud de las personas trabajadoras: enfermedades osteomusculares, estrés, depresión o ansiedad, enfermedades respiratorias crónicas, asma, enfermedades por radiaciones, enfermedades cardiovasculares, dolor de cabeza, fatiga visual, hipoacusia o sordera por ruido, enfermedades infecciosas, enfermedades de la piel, diferentes tipos de cáncer etc. producidos por una larga lista de factores de riesgo laboral: químicos, físicos, psicosociales, ergonómicos…

Una política efectiva de prevención de riesgos laborales es, pues, el primer paso para promover la salud de la población trabajadora. Dicha política debe además ser conocida por todas las personas que trabajan en la empresa. Se ha visto que las personas trabajadoras sin contrato, temporales o manuales están menos informadas sobre los riesgos laborales con respecto a las que tienen contrato fijo y a las de estatus más alto.

Un paso más sería trabajar de acuerdo con el marco de la promoción de la salud en el trabajo, definido en la Declaración de Luxemburgo, elaborada por la red European Network for Workplace Health Promotion (ENWHP), que implica unir los esfuerzos de las personas empresarias, las personas trabajadoras y la sociedad para mejorar la salud y el bienestar de las personas en el lugar de trabajo. Se puede conseguir: mejorando la organización y las condiciones de trabajo, promoviendo la participación activa de las plantillas y fomentando el desarrollo individual de las personas trabajadoras.

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Impacto en equidad:
sí

Impacto en salud:

La evidencia demuestra que el estrés en el lugar de trabajo es una de las principales causas que contribuyen a marcar esas grandes diferencias del estatus social en la salud, el absentismo laboral y la muerte prematura.

La salud de las personas se resiente cuando tienen escasas oportunidades de utilizar sus habilidades y poca autoridad para tomar decisiones. Tener poco control sobre el trabajo que se realiza está estrechamente relacionado con riesgos más elevados de padecer dolores de espalda, absentismo laboral y enfermedad cardiovascular.

Estos riesgos no dependen de las características psicológicas de las personas estudiadas, sino que parecen estar relacionados con el entorno laboral. Los empleos con un alto nivel de exigencia y con un bajo nivel de control conllevan un riesgo especial.

Alguna evidencia indica que el apoyo social en el lugar de trabajo puede ser protector. Recibir una recompensa insuficiente por el esfuerzo invertido en el trabajo está asociado a un riesgo cardiovascular más elevado.

Impacto en equidad:
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Impacto en salud:

La inseguridad laboral es un factor que puede influir en la salud. Los efectos sobre la salud comienzan cuando la persona empieza a sentir que su empleo está amenazado, antes incluso de quedarse sin él. Esto demuestra que la ansiedad que genera la inseguridad es igualmente perjudicial para la salud.

Se ha demostrado que la inseguridad laboral incrementa los efectos en la salud mental (concretamente la ansiedad y la depresión), la autopercepción de mala salud, la enfermedad cardiaca y los factores de riesgo para la enfermedad cardiaca. Debido a que muchos empleos inestables o insatisfactorios pueden resultar tan perjudiciales como el desempleo, el mero hecho de tener un trabajo no siempre será una protección de la salud mental y física.

Una inseguridad laboral prolongada actúa como un generador de estrés crónico, cuyos efectos aumentan con la duración de la exposición; lo cual incrementa la tasa de absentismo laboral y el uso de los servicios sanitarios.

Impacto en equidad:
sí

Impacto en salud:

Los efectos que ejerce el desempleo sobre la salud están relacionados tanto con sus consecuencias psicológicas como con los problemas económicos que conlleva, especialmente el endeudamiento.

El desempleo pone en riesgo la salud y ese riesgo es mayor en las zonas de mayor tasa de paro. La evidencia en algunos países demuestra que las personas desempleadas y sus familias corren un riesgo considerablemente más elevado de padecer una muerte prematura.

Cuando la pérdida del empleo y el paro se cronifica, la persona trabajadora afectada atraviesa una serie de fases que repercuten muy seriamente en su salud física y en su salud mental: trastornos del sueño, hiperemotividad e irritabilidad, repentinos cambios de humor, problemas digestivos (colon irritable) y urinarios (urgencia miccional), dolores de cabeza, contracturas musculares dolorosas, palpitaciones, disminución o supresión del deseo sexual, cansancio, fatigabilidad precoz, depresión etc.

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Impacto en salud:

La percepción de salud de las mujeres trabajadoras es peor que la de los hombres. Tienen más problemas de salud mental y como resultado se les prescriben más psicofármacos.

Esto está relacionado con todas las desventajas que tienen las mujeres en cuanto al acceso al mundo laboral, posibilidades de ascenso, conciliación con la vida personal y familiar, etcétera.

Actualmente, muchas empresas están obligadas a hacer un plan de igualdad. Es importante hacerlo desde la perspectiva de género, no como un mero trámite para cumplir con la ley, con participación equitativa de hombres y mujeres de la población trabajadora o sus representantes. Una vez redactado, es necesario monitorizar su cumplimiento.

Al mismo tiempo, es necesario incorporar la perspectiva de género (la lente del género) en todos los planes y programas de la empresa.

Impacto en equidad:
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Impacto en salud:

Los centros de trabajo deben ser entornos seguros, pero también saludables. La empresa saludable mira más allá de la visión clásica de seguridad ocupacional; mira hacia la salud, entendida en sentido amplio como bienestar.

Un entorno laboral saludable es aquel sin humo y sin alcohol , en el que se garantiza el confort térmico, la luz natural, la limpieza y la buena ventilación, sin humedades; donde se promueve el transporte activo , el uso de las escaleras en vez del ascensor; en el que la oferta alimentaria de máquinas de venta automática, cafetería o comedor promueve la dieta mediterránea ; etcétera.

Un entorno laboral saludable también cuida las relaciones personales . Por tanto, es aquel que favorece los espacios comunes para compartir un café, un vaso de agua, una pieza de fruta o un bocadillo.

Con ello se favorece un mejor rendimiento, mayor capacidad de atención, reducción de la fatiga y el estrés, y una mejor salud física y salud mental.

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Impacto en equidad:
sí

Impacto en salud:

Las políticas laborales que incidan en la mejora de las condiciones de trabajo, la reducción de la precariedad laboral, la conciliación personal y familiar y a la equidad, es decir, a la reducción de desigualdades de género, edad, condición socioeconómica, raza, cultura, diversidad funcional u otro aspecto, tendrán repercusiones positivas sobre la salud de las personas trabajadoras y, por tanto, en la salud de la empresa.

El programa Empresas Saludables de las Illes Balears, siguiendo el modelo propuesto por la red europea ENWHP, y alineado con la Red Española de Empresas Saludables, propone a las empresas e instituciones de las Illes Balears un cambio de modelo para mejorar la salud de las personas trabajadoras y de la población en general de las Illes Balears, contribuyendo a 14 de los 17 objetivos de desarrollo sostenible. Por cada euro invertido en este programa, se puede obtener un retorno de entre 2 y 5 euros.

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