El estrés se puede entender como un proceso: cuando el ambiente nos pone ciertas demandas por delante, hacemos una valoración, tanto del significado de esta demanda como de los recursos con los que creemos contar para hacerle frente, y esto genera en nosotros una respuesta, tanto a nivel emocional como físico.
Si te ves sobrepasado por lo que se exige de ti, experimentas malestar. Esto se conoce como distress.
Estar estresado/a es un aumento de ansiedad por acúmulo de tareas a las que no sabes si podrás hacer frente. Una persona se estresa no porque haga mucho, sino porque se impone hacer más de lo que puede.
El origen del estrés no está fuera de ti, las cosas que hay que hacer, sino en tu interior, lo que puedes hacer dentro de tus límites. Cuando alguien está estresado/a normalmente hace peor las cosas, aparte de que sufre.
La fuente del estrés puede ser interna en personas muy autoexigentes, pero lo más normal es que sea externa y esté provocada por la relación con otras personas muy demandantes, tanto del trabajo como de la familia.
Se puede luchar contra el estrés de dos formas:
1ª. Aprendiendo a controlar la ansiedad 2ª. Aprendiendo dónde están los límites de cada uno y a mantenerlos: aprender a decir que no (asertividad)
Lo que te estresa puede ir desde lo más básico, como los atascos por la mañana para ir a trabajar, a una carga continuada en el trabajo que lleva quemándote mucho tiempo. El estrés laboral o burnout puede afectar a tu bienestar físico y mental.
Es esencial conseguir una sensación de control de lo que te sucede, en la medida de lo posible. Para aumentar esta sensación de control puede ser útil apoyarte en tus personas cercanas, aprender a expresar tus necesidades y sentimientos, aprender a poner límites y ejercitar tu capacidad de solución de problemas, haciéndote más sensible a ellos, siendo capaz de definirlos, ver posibles soluciones y saber ponerlas en práctica.
Aprender a localizar donde está el límite de lo que se puede hacer cada día, programando las actividades y usando una agenda que nos permita ver las tareas pendientes puede ayudarte.
La meditación regular también te puede ayudar.
¿A pesar de haber probado estas sugerencias sigues sintiéndote sobrepasado/a, a nivel laboral o personal? Quizá sería recomendable pedir la ayuda de tu médico/a o enfermera/o del centro de salud.