Es importante entender que siempre habrá cosas que escapen a tu control. Hay que aprender a aceptar la incertidumbre.
Si te marcas unas expectativas imposibles y objetivos que son difícilmente realizables, es probable que todo termine con frustración y haciéndote sentir mal contigo misma/o.
Si las metas son difíciles, pero los problemas del camino son resolubles, fíjate objetivos realistas y ve a por ellos poco a poco. Las montañas más altas se suben siempre paso a paso.
Ajusta las expectativas a tus posibilidades.
“Suelta la cuerda” y deja de controlar e imitar lo que hacen las personas a tu alrededor.
Empieza por cuidarte y dedicarte tiempo:
come mediterráneo para disfrutar,
practica actividad física y deja de fumar; no solo mejorarás tu salud, sino que te proporcionará autoestima (soy capaz de…),
evita el consumo de alcohol si lo usas como una vía de escape, así podrás reunir energía para ver la vida de otra forma,
Si a pesar de estos consejos, sigues sintiendo que no puedes con todo, que abarcas demasiado y sientes que las cosas a las que pones empeño no te salen bien, consulta a tu médico/a o enfermera/o del centro de salud.