QUÉ ME IMPIDE
SENTIRME BIEN
NO PUEDO DORMIR BIEN
En la mayoría de casos una época de insomnio se debe a ansiedad, depresión o estrés elevado.
Ciertas rutinas pueden dificultar la conciliación del sueño, como comer y beber en la cama, ver la televisión y usar dispositivos electrónicos en la cama antes de dormir o no tener horarios regulares.
Usa la cama solo para dormir y tener relaciones sexuales.
Si tras 20 minutos acostada/o no has conseguido conciliar el sueño, levántate y prueba a ir al salón, leer, tomar una infusión relajante…, y vuelve a la cama cuando verdaderamente tengas sueño. De esta manera será más fácil que acabes asociando estar acostada/o con dormir y no con otras actividades que te impidan el sueño.
Para una buena higiene del sueño, establece rutinas adecuadas: ritmos regulares para acostarte y levantarte todos los días y dormir entre 6 y 8 horas.
Intenta no tener el móvil o el portátil cerca de la cama cuando vayas a acostarte para evitar mirarlos.
Practicar actividad física de forma regular (hasta 4 horas antes de acostarse) te puede ayudar a dormir mejor. Es el mejor tratamiento para el insomnio.
Comer mediterráneo también te puede ayudar. Evita comidas pesadas por la noche. Te proponemos algunas sugerencias de menús.
Evita las bebidas estimulantes como el té, el café, bebidas carbonatadas con cafeína…
Es recomendable también reducir el consumo de alcohol y dejar el tabaco.
Haz alguna cosa relajante antes de dormir (leer, escuchar música clásica, darte una ducha de agua caliente…)
Aprende ejercicios de relajación que pueden ser útiles para controlar el estrés que puede estar generando tu insomnio.
Si aún así no se resuelve tu problema de sueño, consulta con tu médico/a o enfermera/o del centro de salud.