La tristeza, como la alegría, es una de las emociones más frecuentes. Has de entender que lo normal es que te sientas triste y necesites un tiempo para recuperarte cuando te pasan cosas desagradables que te afectan. No se puede estar todo el día con la sonrisa puesta aunque a las personas que te quieren les guste verte así.
Aceptar que no tienes que estar feliz constantemente puede ayudarte a sobrellevar malas épocas y darte el tiempo que necesites para superar pérdidas, discusiones con amistades, pareja, familiares…, problemas en el trabajo, etc.
Date permiso para estar triste sin caer en el victimismo.
Es necesario que te esfuerces en hacer actividades que antes te hayan resultado placenteras porque pueden ser muy útiles en momentos en los que te esté costando mucho dejar de pensar en cosas negativas. Sal a pasear, haz deporte, mira una película, ve a un espectáculo…
Hacer actividad física de forma regular te puede ayudar a levantar el ánimo. Es el mejor tratamiento para el insomnio y la ansiedad que a veces acompaña a la tristeza.
Comer mediterráneo también ayuda. Ser alimentado es ser amado. ¡Quiérete! Empieza con alguno de los menús que te sugerimos.
Las tisanas relajantes son un buen sustituto de las bebidas estimulantes (café, té…).
¿Llevas más de dos semanas sientiéndote triste?, ¿te afecta a tu vida cotidiana?, ¿no encuentras motivo para ello? Si te cuesta identificar la causa por la que te sientes así o no eres capaz de salir de una espiral de pensamientos negativos sobre ti y lo que te rodea, y esto hace que sientas cansancio, con dificultades para concentrarte, consulta con tu médico o enfermera del centro de salud.