Conozco, acepto y cuido mi cuerpo
El cuerpo es la parte física y material de tu persona y es a través de él que puedes expresar tu sexualidad. Para vivir tu sexualidad plenamente es necesario que:
- Conozcas tu cuerpo:
- obsérvalo y mira sus partes y aprende cómo funcionan,
- explóralo y descubre qué partes son más sensibles.
- Aceptes tu cuerpo y lo ames tal y como es.
Actualmente se intentan imponer unos determinados estándares de belleza desde las redes sociales y los medios de comunicación mediante la aplicación de trucos o filtros a las imágenes. Esta es una forma de manipulación pensada para generar malestar e incitar al consumo de diversidad de productos que, supuestamente, nos acercarán a los estándares impuestos y nos darán la felicidad.
Tu cuerpo es único y valioso y aceptarlo y quererlo no significa renunciar a mejorar tu apariencia o condición física. Eso sí, si quieres hacerlo, asegúrate de no poner en riesgo tu salud con cirugías, ejercicios inapropiados para ti o dietas no saludables. Cuidar tu autoestima es de vital importancia para poder aceptar tu cuerpo y amarlo.
- Cuides tu cuerpo. Procura:
- dormir entre 7 y 9 horas diarias,
- alimentarte bien, de acuerdo con tu edad y situación vital o de salud,
- mantener activo tu cuerpo y mente,
- tener buenos hábitos de higiene personal. Presta especial atención a los genitales y a la zona perianal, especialmente después de orinar o defecar y después de mantener relaciones sexuales.
En general, la higiene de los genitales debe realizarse a diario, con jabón suave o neutro. Por lo que respecta al pene, es crucial retirar el prepucio hacia atrás, sin forzar el frenillo y limpiar con minuciosidad el glande, para dejarlo libre de secreciones. También deben lavarse los testículos con agua y jabón.
En el caso de la higiene de la vulva, la limpieza debe ser diaria, con jabón neutro, siempre de delante hacia atrás, para evitar la entrada de gérmenes en la vagina.
Te recomendamos el uso de ropa interior de algodón y no utilizar ropa ajustada en los genitales.