Erótica y conducta sexual

El erotismo es la capacidad que tienes de sentir y provocar deseo sexual. En el desarrollo de la erótica entran en juego muchos factores: tus valores y creencias, la forma de entender las relaciones sexuales y de pareja, los sentimientos, etc.

Puedes sentir deseo sexual o erotizarte mediante:

  • los pensamientos (clave érotica).
  • las fantasías sexuales.
  • la estimulación sensorial.
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Las fantasías sexuales son el resultado de tu capacidad para producir imágenes y situaciones en tu imaginación. Estas imágenes pueden ser reales o creadas por ti. Ayudan a excitarte y activar y alimentar tu deseo. Se pueden producir de forma voluntaria o involuntaria y no tienen por qué llevarse a la práctica.

Las fantasías sexuales son bastante comunes, no tienen que darte miedo ni angustiarte. Empiezan en la pubertad y suelen durar toda la vida. Las tienen tanto hombres como mujeres. En ocasiones se oponen a la naturaleza del ser humano y a las creencias y valores de la persona, pero al formar parte de la imaginación, se aceptan.

Las fantasías sexuales pueden ser:

  • Confesables: forman parte del imaginario colectivo, son comunes y bien vistas por el resto de la gente.
  • Inconfesables: forman parte de un imaginario propio, con las peculiaridades de cada persona, que puede que no mucha más gente entienda como eróticas o excitantes y, en ocasiones, pueden chocar con los propios valores o con los valores de las demás personas si se llegan a confesar.
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Es una emoción, una fuerza que te mueve al encuentro íntimo con otras personas. Te motiva a relacionarte, compartir intimidad, mantener relaciones afectivas y sexuales, disfrutar y pasarlo bien, sentir placer, etcétera. También se refiere a las conductas que quieres realizar, como tener una determinada práctica o postura, utilizar juguetes sexuales, etc.

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La masturbación es la forma de conseguir placer a través del propio cuerpo mediante la autoestimulación (con caricias, tocándose, etc.). Te puede ayudar a:

  • Conocer mejor tu cuerpo y respuesta sexual (sensaciones, zonas de placer).
  • Poder compartir con tu pareja sexual tus gustos y deseos y, por tanto, aumentar la satisfacción.
  • Reducir el estrés y mejorar el sistema inmunitario, entre otros beneficios.

La masturbación ha tenido un pasado negativo, cargado de ideas erróneas que todavía perduran (pérdida de energía y vigor sexual, aparecen granos en la cara, es mala para la salud, provoca enfermedades…). Estas ideas son fruto de la carencia de educación sexual.

La masturbación es solo problemática cuando practicarla o dejar de hacerlo provoca en ti sentimientos negativos, malestar o interferencias en tus relaciones sexuales y afectivas.

Desde el ámbito de la salud, la masturbación se considera una práctica natural y saludable, que puede llevarse a cabo de forma voluntaria en todas las edades, con o sin pareja. Esto significa que tan válida es la opción de no masturbarse si no se quiere como la de hacerlo libre de culpa si apetece.

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El uso del alcohol y las drogas está inevitablemente relacionado con muchas de las prácticas sexuales de riesgo. Pueden facilitar el acercamiento a las demás personas, pero, si estás bajo el efecto del alcohol y de otras drogas, es probable que:

  • Disminuya tu capacidad de control, por mucho que pienses que controlas. En realidad estás bajo sus efectos, que pueden provocarte descuidos.
  • Interpretes de forma errónea gestos o comportamientos, que te pueden hacer pensar que la otra persona quiere algo contigo (rollo), cuando no es así.
  • Olvides que puedes estar en riesgo de contraer una ITS. Disminuye tu capacidad de evaluar riesgos y aumenta tu impulsividad y confianza. No te permiten decidir con claridad sobre lo que quieres, ni cómo lo quieres, ni poner límites.
  • Mengüen tus habilidades manuales, lo que influye a la hora de poner el preservativo. Estás más torpe, y aunque tu intención sea usarlo te cuesta abrirlo o colocarlo bien y pasas de utilizarlo.
  • Pueden despertarte actitudes agresivas que no tendrías sin el efecto del alcohol y/o las drogas, pudiendo producirse situaciones de violencia en las relaciones sexuales y con la pareja.
  • Disminuya tu capacidad de detectar situaciones peligrosas y puedes convertirte en una presa fácil para las personas agresoras.

Si te invitan a una sesión de chemsex (consumo sexualizado de sustancias psicoactivas vinculado a la cultura sexual gay), es necesario que te informes sobre las sustancias que se consumirán y sus posibles efectos. Ponte una hora límite para dejar la sesión, no compartas el material que utilizas para inyectarte sustancias, hidrátate, si tienes VIH y estás en tratamiento, asegúrate de llevar contigo la cantidad suficiente de fármacos, conoce cuáles son tus límites y lleva contigo preservativos y lubricantes para protegerte de las ITS.

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La interrupción voluntaria del embarazo (IVE) es la finalización de la gestación por decisión de la mujer, realizada por profesionales médicos o bajo su dirección, de acuerdo con la normativa legal vigente. Según la normativa, en España se puede interrumpir un embarazo:

  • Dentro de las 14 semanas de embarazo cuando la mujer así lo decida, incluyendo a las menores a partir de 16 años sin necesidad de autorización parental. Para menores de 16 años, será necesaria la autorización del padre, madre, tutor o tutora.
  • Gestaciones de 14 a 22 semanas de evolución cuando exista un riesgo grave para la vida o salud de la embarazada o graves anomalías fetales.
  • Cuando se detecten anomalías fetales incompatibles con la vida en cualquier tiempo de evolución de la gestación. Esta circunstancia será determinada por un comité clínico específico.

El acceso a las interrupciones del embarazo se ofrece de manera pública y gratuita.

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