Prevención del VIH

El VIH actúa sobre el sistema inmunitario (los linfocitos CD4) destruyendo las defensas del organismo de forma progresiva. Cuando la infección está en su fase más avanzada, en la que aparecen infecciones graves y cánceres, se denomina SIDA (síndrome de la inmunodeficiencia sdquirida). Es una infección que no tiene cura, pero sí un tratamiento muy efectivo que evita el sida.

El VIH se transmite por 4 fluidos: sangre, semen, secreciones vaginales y la leche materna. Para que haya transmisión, debe haber contacto directo entre el fluido infectado y alguna herida abierta y profunda o durante las relaciones sexuales a través de las mucosas (de la vagina, el glande, el ano o el revestimiento interior de la boca).

La infección por el VIH es un proceso lento. En la mayoría de los casos, durante un período de tiempo largo (años), las personas infectadas por el VIH no presentan ningún síntoma, lo que hace que algunas de ellas ignoren la propia seropositividad (ser portadoras del virus) y, por tanto, que pueden transmitir el virus a otras personas sin saberlo.

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Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son un grupo de infecciones de gravedad variable causadas por bacterias, virus y hongos que se transmiten por contacto físico con fluidos corporales de la persona infectada (semen, sangre, secreciones vaginales, secreciones uretrales, secreciones prepuciales, líquido preseminal) durante las relaciones sexuales, que entran en contacto con heridas de la piel o mucosas (mucosa vaginal, rectal, bucal, faríngea o uretral) de la otra persona.

También se puede producir la infección por contacto directo con las áreas de la piel o las mucosas afectadas por la infección. Las más frecuentes son: gonorrea, sífilis, clamidia, virus del papiloma humano (VPH), herpes genital, tricomonas, linfogranuloma venéreo, condilomas acumulados y hepatitis B.

Muchas de las ITS no tienen síntomas aparentes, pasando desapercibidas para la persona que las padece, o aparecen mucho tiempo después de que se haya producido la infección. Has de saber que, aunque no haya síntomas, las personas infectadas pueden transmitirlas a otras personas. Es posible infectarse varias veces de la misma ITS.

Si tengo una ITS, ¿qué síntomas puedo tener en los genitales internos?

  • secreciones uretrales: secreción de un líquido purulento que sale por la uretra,
  • flujo vaginal anormal, que puede tener un olor desagradable,
  • sangrado vaginal, sin que se trate de la menstruación o después de las relaciones sexuales,
  • sangrado excesivo durante la regla,
  • ausencia de la menstruación,
  • escozor, picor o dolor al orinar o al defecar,
  • orinar con mayor frecuencia,
  • orinar sangre,

Si tengo una ITS, ¿qué síntomas puedo tener en la boca o genitales externos?

  • dolor genital en los testículos, en torno a los órganos sexuales, en la zona abdominal inferior, durante las relaciones sexuales;
  • dolor en la boca: algunas ITS, como la clamidia, el herpes genital, la gonorrea y las verrugas genitales, se transmiten a través del sexo oral (contacto de la boca con la vulva, la vagina, el pene o el ano);
  • úlceras, verrugas o erupciones alrededor de los genitales, el ano o la boca,
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Si se han mantenido relaciones sexuales desprotegidas, la única manera de saber si se tiene VIH u otra ITS es realizar las pruebas médicas indicadas para cada infección en el centro de salud, en el CAITS (Centro de Atención de las Infecciones de Transmisión Sexual) o en un laboratorio privado. También se pueden realizar pruebas rápidas de detección del VIH en algunas farmacias y en ALAS Salud y Sexualidades donde además realizan pruebas rápidas de gonorrea, sífilis, clamidia y del virus de la hepatitis C.

La mayoría de las ITS se pueden tratar de manera sencilla con antibióticos, antivirales, penicilina y antirretrovirales. Otras, como el herpes genital, son incurables, pero eso no significa que no deban tratarse para evitar complicaciones.

El tratamiento adecuado puede evitar o reducir las probabilidades de sufrir complicaciones, tales como esterilidad, infecciones graves que pueden afectar a las articulaciones, el corazón o el sistema nervioso, ceguera, cánceres (VPH, hepatitis B), demencia y muerte (sífilis, hepatitis B). En mujeres embarazadas,  puede producir el aborto, bebés con poco peso al nacer y partos prematuros.