MI SEMANA 4
PARA DEJAR DE FUMAR
MIS TAREAS SEMANA 4
1
Recoge todos los cigarrillos...
De tu casa, del coche, del trabajo o de cualquier otro sitio de tu entorno y tíralos. No los regales. Quita también de tu vista los mecheros, las cerillas y los ceniceros.
2
Observa los beneficios en tu organismo y medita:
En la mejora de las funciones corporales
Te sientes mejor físicamente, puedes subir más fácilmente las escaleras, caminar más rápido y sin cansarte. Si practicas algún deporte, notarás que ha aumentado tu capacidad respiratoria.
En la mejora del estado emocional
El estado emocional mejora al encontrarte mejor físicamente. Al recibir más oxígeno, las células trabajan mucho mejor. Te sentirás más estimulado/estimulada para hacer cosas que tenías pendientes. En general, tu autoestima aumentará. Te apetecerá cuidar todos los aspectos y los hábitos saludables de tu vida, ya que la sensación de limpieza que empezarás a experimentar será notable.
En la satisfacción personal de haber logrado dejar el tabaco
La satisfacción personal de haber logrado eliminar el tabaco de tu vida te llenará de orgullo ya que hay muchas personas que aseguran que pueden dejar el tabaco cuando quieran, pero muy pocas que se atrevan a llevar sus palabras a la práctica. Tú te has decidido y lo estas consiguiendo.
Dejar de fumar es lo mejor que has podido hacer por tu salud, así que… ¡ENHORABUENA!
CUANDO LAS GANAS DE FUMAR SON IRRESISTIBLES
Visita nuestro espacio sobre tabaco y tabaquismo con la información que debes conocer para ayudarte a tomar tu decisión.
LA CAÍDA Y LA RECAÍDA
La caída es un hecho puntual y único, como encender un cigarrillo. En este caso, es necesario centrarse en las sensaciones que produce: malestar, náuseas, mal sabor, etc., y volver a cero sin probar ningún cigarrillo más.
La recaída se produce cuando después de la caída se enciende un segundo cigarrillo y un tercero, y el día siguiente más y más, y se empieza otra vez a consumir, y con más sentimiento de culpabilidad que cuando se fumaba.
PREVENCIÓN DE
LAS RECAÍDAS
1
Repasa los motivos por los que has dejado de fumar y ten claras las estrategias para afrontar los momentos difíciles que aún se presentarán.
2
Debes ser consciente de que, aunque existe peligro de recaída, no implica tener que vivir con angustia por esa posibilidad. Mantén un mínimo estado de alerta para rentabilizar al máximo el esfuerzo invertido hasta ahora.
3
Acuérdate de cuando llevabas el registro de las situaciones y de los momentos del día en que fumabas. Repásalo porque le ayudará a recordar qué circunstancias o qué estímulos ambientales tienes más asociados al cigarrillo y así podrás controlarlos mejor.
4
Además de identificar las situaciones de alto riesgo, estás aprendiendo a prevenirlas, afrontarlas y superarlas. Mantén las estrategias personales a punto, ya que aún las necesitarás durante un tiempo.
5
Repasa las recomendaciones que te dimos para mantenerte sin fumar.
Nunca te desanimes. Recuerda lo que estás haciendo y que nadie más puede hacer. Piensa que cuidar tu salud es la primera prueba de amor hacia ti
