SEXUALIDAD
La sexualidad te acompaña a lo largo de toda la vida y va evolucionando, según los cambios personales, fisiológicos, hormonales, etc. que van atravesando tus diferentes etapas vitales. Tu situación personal y vital condiciona tu sexualidad. Es importante aceptar y adaptarte a los cambios y consultar con profesionales si tienes dudas o insatisfacción sexual. Cada persona es diferente y su sexualidad es personal y única.
No dejes de consultar el apartado Mitos y creencias erróneas alrededor de la sexualidad.
recursosLa sexualidad durante el embarazo y posparto está determinada por el estado físico y psíquico de ese momento. A veces, durante el embarazo, los cambios hormonales, físicos y psicológicos, pueden modificar el deseo sexual. Durante el primer trimestre puede disminuir, aumentar en el segundo y volver a disminuir en el tercero, aunque hay mujeres que pueden ver su deseo incrementado durante todo el embarazo.
Si el embarazo es normal, no será necesario modificar o interrumpir los hábitos sexuales, siempre adoptando posturas que sean cómodas para la embarazada. A medida que avanza la gestación, será necesario adoptar posturas que no presionen el abdomen de la mujer.
En caso de que el embarazo tenga complicaciones, es necesario consultar con el o la especialista para saber qué tipo de relaciones se pueden tener.
Justo después de parir hay un período en el que hay que evitar las relaciones sexuales con penetración para evitar infecciones y favorecer la recuperación del parto del aparato reproductor de la mujer. La parte física puede estar recuperada en 20, 40 o 60 días, dependiendo del tipo de parto y de cada mujer, pero la parte emocional puede necesitar algo más de tiempo.
Es habitual que el deseo sexual se reduzca o desaparezca por causas físicas si el parto ha sido muy instrumentalizado, por cambios hormonales, malas experiencias del parto que las relaciones sexuales pueden reactivar, cambios corporales a los que hay que acostumbrarse, cansancio… Es necesario pedir ayuda especializada si hay cualquier problema (dolor, falta de sensaciones, etc.).
Es imprescindible tener una relación de confianza y una buena comunicación con la pareja para gozar de una sexualidad satisfactoria. Resultará más fácil expresar las diferentes necesidades o cambios que son consecuencia de la nueva situación física y emocional y encontrar el momento de tener relaciones sexuales satisfactorias.
recursosLa concepción de la sexualidad de las personas con diferentes tipologías de discapacidad o diversidad funcional (usaremos ambos términos indistintamente), ya sea física, mental, intelectual, sensorial o con pluridiscapacidad, no es diferente de cualquier otra persona, a grandes rasgos. Todas las personas tenemos los mismos derechos y la salud sexual es uno de ellos.
Muchas de las personas con diversidad funcional después de participar en un proceso rehabilitador integral no ven resueltas las necesidades afectivas, relacionales y sexuales debido a la existencia de barreras físicas, psicosociales y profesionales que impiden la accesibilidad a una vida sexual plena que se ajuste a las características personales y de su patología y/o discapacidad. Estas barreras de accesibilidad generan nuevas necesidades además de las individuales que limitan la vivencia de su sexualidad.
Aún hoy, gran parte de nuestra sociedad tiene la creencia de que las personas con discapacidad pierden su sexualidad y con ello la posibilidad de crear un proyecto de vida personal afectivo y/o familiar. Esta creencia es el resultado de una evolución de diferentes modelos: religioso, biomédico o rehabilitador, social…
Las personas con discapacidad no deben verse privadas de la oportunidad de experimentar su sexualidad y de crear un proyecto de vida personal afectivo y/o familiar, por eso es conveniente que contacten ellas, sus familias o las personas que las cuidan o atienden, con los recursos de su entorno para informarse y orientarse sobre cómo mejorar la vida afectiva y sexual y conseguir el apoyo específico según el tipo de discapacidad.
Hay que tener en cuenta que hay muchas cosas relacionadas con la sexualidad que no son distintas a las del resto de las personas. No cabe duda de que todos los cuerpos de alguna manera desean y que pueden ser deseables.
Soportes eróticos
Existen una serie de apoyos eróticos para las personas con discapacidad para facilitar el autoconocimiento y el acceso al propio cuerpo en relación a la erótica y el placer, las relaciones sexuales y afectivas y el acceso a espacios de índole sexual o de relaciones interpersonales.
En la mayoría de casos, se trata de realizar un entrenamiento de movilizaciones específicas y terapéuticas, usar elementos físicos de apoyo eróticos y sexuales en relación al grado de movilidad y posibilidades funcionales (columpios, comunicadores, ventosas, productos de tiendas eróticas personalizados…), buscar y adaptar los espacios (adaptaciones de los dormitorios, férulas, almohadas, productos del mercado que ya existen…) para tal fin y facilitar tanto en el ámbito de pareja como individual una vida sexual plena.
Todo esto incluye la educación sobre el cuerpo y la sexualidad, el consenso de técnicas sexuales, y el acceso a dispositivos y productos sexuales adaptados a las necesidades de cada persona.
recursosAcrónimo que incluye a las personas lesbianas, gays, trans (transexuales y transgénero), bisexuales, intersexuales, queer, asexuales y todas aquellas que rompen la cisheteronormatividad (personas cis heterosexuales) que no se sienten identificadas en las categorías anteriores.
Al hablar de salud sexual deben tenerse en cuenta las especificidades que puedan tener estas personas en relación con su sexualidad o identidad y si tienen necesidad de acceder a información sobre sus derechos, así como a los recursos específicos en relación con la prevención de situaciones de discriminación o violencia LGTBI-fóbicas en cualquier ámbito de su vida y que puede afectar al acceso al cuidado de su salud sexual, sobre todo en las personas LGTBIQA+ en situaciones de mayor vulnerabilidad.
recursosLa disfunción sexual es la dificultad para completar el ciclo de respuesta sexual, esto es, la secuencia ordenada de cambios que se producen en nuestro organismo cuando estamos ante un estímulo sexual. Las causas se pueden englobar en dos categorías: orgánicas y psicosociales.
- Entre las causas orgánicas, que pueden influir en el ciclo de la respuesta sexual, están aquellas que afectan a los mecanismos vasculares de la zona genital: factores endocrinos, enfermedades, fatiga, dolor, algunos medicamentos, drogas, etc.
- Entre las causas de tipo psicológico, podemos distinguir: la falta de información que contribuye a la formación de unas expectativas erróneas en torno al funcionamiento sexual, la educación recibida que fomentará una actitud positiva o negativa, experiencias sexuales traumáticas como las agresiones sexuales, la falta de autoestima y la no aceptación de tu imagen corporal, la ansiedad generada por la aparición de una disfunción sexual, etc.
Por lo general, cuando se presenta uno de estos problemas por primera vez, se debe tratar de solucionarlo lo antes posible. La falta de comunicación y darle excesiva importancia hace que algunos de los problemas se agraven considerablemente. Con una buena educación sexual y unas pautas básicas, la mayoría tienen solución.
Para poder hablar de disfunción sexual, el síntoma debe presentarse de forma persistente o recurrente, es decir, que se mantenga en el tiempo, y que el síntoma se presente a pesar de que se tenga una estimulación adecuada.
Para tratar la disfunción sexual antes de empezar una terapia psicológica, debe descartarse cualquier posible causa fisiológica. Por eso, se debe ir al o la especialista para que realice una revisión relacionada con el motivo de la consulta. Toda disfunción sexual es susceptible de tratamiento.
Si piensas que tienes alguna disfunción sexual consulta con profesionales de medicina de familia, ginecología, obstetricia, urología.
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